Las altas temperaturas generan en nuestros pies hinchazón, sequedad y cansancio, expuestos además a un calzado abierto y bajo que los deja al descubierto, totalmente indefensos. Para su descanso e hidratación no hay nada como las pedicuras profesionales, con productos tan sugerentes y veraniegos como cócteles de cítricos, lavanda o té verde.
También, el verano es junto con la primavera la única estación del año donde podemos mostrarlos, resaltando aún más nuestro bronceado si echamos mano de tonos como el naranja vitamina, el blanco mate o nude, el verde lima, un bonito baby blue o cualquier amarillo cercano al pastel o limón.
Pocas cosas se agradecen más tras un largo día de acá para allá, que una pedicura relajante que nos permita evadirnos y al mismo tiempo, descansar los pies de tanto trajín.
El objetivo es que nuestros pies recuperen la elasticidad y estado natural, mucho mejor si estas pedicuras incluyen ingredientes top como el té verde, por sus propiedades antibacterianas y antimicrobianas, o gran cantidad de antioxidantes. Son muy apreciadas las de jazmín, arroz, pepino, leche de coco…
Por ejemplo, las pedicuras cítricas de pomelo, mandarina y mango rejuvenecen el aspecto de los pies, y las de menta y lavanda, los calman y relajan.
Colores que potencian tu bronceado en manos y pies
Hay gran cantidad de tonos para lucir en nuestras pedicuras de verano, desde un azul eléctrico o un naranja vitamina, al que sin duda y por razones obvias, más resalta un bronceado: el blanco.
Si lo que quiere es un poco más de color y no usar un blanco, el rosa palo es perfecto para lucir unas manos y pies bien morenos, ya que evoca sencillez y ternura además de ser muy elegante, y queda genial con las uñas en forma de almendra.
En cuanto a los azules, mejor uno cremoso o un baby blue, que transmite paz y serenidad. Y claro, como no, los tonos neón y cítricos no pueden faltar ningún verano. Continuaremos viendo también los tonos verde lima, los rosas chicle, el amarillo fluor o su versión más pastel, limón o plátano.