La importancia de las medidas de ahorro en el suministro y consumo energético se manifiesta en la necesidad de reducir la factura, algo que podemos hacer disminuyendo nuestro consumo y utilizando la energía de forma más eficiente, invirtiendo en equipamiento y en medidas de ahorro, así como adoptando un estilo de vida más sostenible con respecto al uso de la energía.
El gas natural contribuye a ese llamado de ahorro, pues es más económico si lo comparamos con la electricidad, en usos como la calefacción. Esta fuente de energía sostiene una temperatura estable en todos los espacios, es eficiente, cómoda y versátil, debido a que su abastecimiento es continuo y no ocupa espacio de almacenamiento. Su combustión produce entre un 25 y un 30% menos de dióxido de carbono (CO2) que la del petróleo y entre un 40 y un 50% menos que la combustión de una fuente de energía como el carbón.
Ventajas del gas natural en nuestro hogar
Entre los beneficios que podemos obtener utilizando el gas natural para la calefacción, se encuentran:
- El precio competitivo frente a combustibles similares, además de ser la energía de suministro permanente más económica del mercado. Su precio es uno de los más estables.
- Gracias al ahorro que genera esta energía, podrás mantener la calefacción encendida durante más tiempo, y por ende mantener nuestra casa a una temperatura que le otorgue calidez a nuestro hogar, evitando los cambios bruscos de temperatura dentro del mismo, porque se trata de un suministro continuo en lo que nunca tendrá ningún tipo de interrupción y esto favorece el confort y aumento en la calidad de vida de los miembros de la familia.
- Favorece al medio ambiente. Una de las características más sobresalientes del gas natural al margen de su importante ahorro es lo cuidadoso que es con el medio ambiente, y no solo hacemos referencia a su bajo impacto medioambiental a la hora de utilizarlo, sino también con respecto a su extracción, transporte y manipulación, etc. No solamente consigues un combustible mucho más económica, sino que además contribuyes a cuidar el planeta disminuyendo los efectos en las diferentes capas de la atmósfera, esto gracias a que es el combustible que emite menos CO2, no emite partículas en su combustión y reduce las emisiones de monóxido de carbono en un 80%. Es una energía limpia y su uso contribuye a reducir el efecto invernadero y a mejorar la calidad del aire que respiramos en las ciudades.
- Al ser un producto más ligero que el aire, las posibles fugas o emisiones se disipan rápidamente en la atmósfera, siempre y cuando se sigan las instrucciones necesarias en cuanto a ventilación.
- En referencia a su instalación y control, es el que nos brinda más seguridad, dado que se realizan revisiones periódicamente y la instalación es fácil, sencilla y no requiere de grandes obras.
- Es de fácil acceso para el usuario ya que se canaliza hasta el lugar de utilización y solo se necesita abrir un grifo o válvula para tener un suministro constante y de calidad.
- Puede ser utilizado en diversidad de usos, tanto para generar calor, (calefacción) agua caliente, en cocinas industriales y hornos, como para generar frío en instalaciones refrigeradoras.
Ahora que ya conoces los beneficios del gas natural, solo te queda estudiar la posibilidad de instarlo en tu casa. Recuerda que puedes contratarlo aquí.