Las altas temperaturas hacen que tengamos que cuidar el jardín en verano de una manera especial. Si ya de por sí es importante el riego y el abono, durante la época estival mucho más. Vamos a intentar darte una serie de consejos y recomendaciones básicas para que tu jardín luzca en perfecto estado incluso durante estos meses de calor.
Lo más recomendable es regar tu jardín bien temprano por la mañana o al atardecer. De esta manera, evitarás la quemadura en las hojas y la tierra conservará más tiempo la humedad. En la medida de lo posible, procura que el riego sea espaciado y profundo para que las raíces puedan buscar más fácilmente la humedad y las plantas soporten mejor la sequía de las altas temperaturas.
En este sentido, se pueden hacer orificios en el césped con un rastrillo y rellenarlos con arena gruesa. De esta forma, el agua de la superficie podrá fluir y transportar oxígeno hasta las raíces.
En cuanto al agua que usas para el riego, procura que no lleve mucha cal. Si es así, hay trucos para paliar este efecto: puedes echarle al agua un poco de vinagre o dejarla reposar durante la noche con un buen puñado de turba en un cubo.
Para el abono del jardín, usa siempre productos orgánicos y ecológicos (ten en cuenta que en primavera y verano es cuando las plantas crecen más). Si tienes macetas en el jardín, lo mejor es utilizar fertilizantes líquidos sin sobrepasar la dosis recomendada, ya que la planta podría quemarse fácilmente. Si la planta está recién transplantada hay que dejar pasar un mes antes de abonarla.
El abono del jardín debe hacerse cada cuatro o cinco semanas desde principios de la primavera. En el mercado vas a encontrar mezclas de abonos especiales para tu jardín. Fíjate bien que en los envases de estos abonos se especifica la cantidad que deberás usar según la superficie de jardín que tengas.
Para cuidar el jardín en verano no es necesario cortar muchas veces el césped, ya que es mejor dejarlo un poco largo, sobre todo a mediados de verano. Además, tampoco es necesario que lo riegues mucho ya que el césped se adapta bien a todo. La frecuencia de riego dependerá de la temperatura y la humedad. El mismo césped te avisa si necesita agua, ya que adquirirá un tono azulado o grisáceo. Si el césped es nuevo, habrá que regarlo una vez al día.
Por último, puedes dejar caer la hierba cortada sobre el césped para que forme una capa protectora frente a los rayos del sol y el calor.
Estos son pequeños consejos básicos para cuidar el jardín en verano. Como puedes ver, son muy fáciles de seguir, mucho más si dispones en casa de riego automático. Todo sea porque tu césped crezca sano y puedas disfrutar de uno de los espacios favoritos de tu casa durante esta época del año.