¿Playa o montaña? Es lo que se suele preguntar cuando llegan las vacaciones de verano. Parece como si no hubiera otras alternativas, ¿verdad? Sin embargo, las posibilidades para pasar unos días de descanso y diversión son múltiples y variadas. Por ejemplo, ¿qué te parece si pasamos un verano en el pueblo?
Acostumbrados a vivir en las grandes ciudades, no hay nada como la tranquilidad del pueblo. Además, todo es más barato. Estamos en época de ahorro y, para ello, nada mejor que pasar el verano en el pueblo. Tiempo de vivir los recuerdos de tu infancia, encontrarte con los viejos amigos, recuperar sensaciones que creías ya olvidadas…
Pero también es momento de vivir las fiestas del pueblo, o las de los pueblos cercanos. Esas fiestas en las que de pequeño te lo pasaste en grande y que ahora tienes la oportunidad de revivir de otra manera. Las verbenas, las orquestas, la sencillez de la gente, los amigos en la barra del bar, la familia… El verano en el pueblo tiene detalles que no vas a conseguir en esas otras grandes escapadas.
¿Y el cine de verano?, ¿Recuerdas lo bien que te lo pasabas viendo aquellas películas del Oeste o las de Bruce Lee? Sí, sí, esas en las que todos los niños gritábamos cuando llegaban los buenos como si vinieran a salvarnos a nosotros mismos. Los cines de verano al aire libre sólo los puedes vivir en el pueblo, no tumbado en la hamaca de ningún gran hotel de una isla paradisíaca.
Tampoco vas a descansar en ningún otro lugar mejor que en el pueblo. Te sientas por las noches a tomar el fresco, vas a la piscina o a las pozas de algún río cercano, te acercas al bar de siempre a echar una partida de cartas o de dominó con los viejos amigos, das una vuelta en bicicleta para ver cómo ha cambiado todo… El verano en el pueblo es una de las sensaciones de mayor tranquilidad y calma que puedes experimentar hoy en día.
Todo el mundo al llegar el verano se plantea buscar el destino soñado para sus vacaciones. Grandes lugares, recorrer Europa o viajar hasta la otra punta para perderse en alguna playa desierta del Caribe. Sin embargo, el pueblo siempre está ahí, con su remanso de paz y tranquilidad, con tus recuerdos, con sus fiestas y verbenas, con el cine de verano.
Pasar un verano en el pueblo supone sacar los mejores planes. Tal vez no tenga una increíble oferta de ocio en forma de teatros, discotecas o grandes monumentos o museos. Pero hoy en día, donde realmente se desconecta es en lo rural, en la sencillez y la tranquilidad. En esos pueblos que organizan sus fiestas en verano, sus rutas gastronómicas y que abren nuevamente sus brazos para entregarte todos los recuerdos de tu infancia.
Es ahí donde están los mejores planes, ¿no crees?