El bruxismo es una de las dolencias más comunes en España. De hecho, son cada vez más las personas que recurren a una férula de descarga para paliar el dolor, principalmente mandibular, o incluso solucionarlo. Aunque solemos apretar con más fuerza los dientes mientras dormimos, también se puede dar cuando estamos despiertos/as.
Hoy en día, existen otras maneras de terminar con este problema que literalmente tantos dolores de cabeza nos da, como por ejemplo la combinación de emisiones neuromusculares con radiofrecuencia.
Según estadísticas oficiales, más de la mitad de los españoles padecen bruxismo, una afección que ha aumentado considerablemente tras la pandemia y que causa un sinfín de dolores tanto a nivel mandibular como en oídos, cabeza o cuello, además de presentarse problemas asociados como el desgaste dental o una mayor sensibilidad en dientes, cambios en la mordida, perdida de esmalte y daños en piezas tipo empastes o coronas.
Aunque no lo percibamos, en la noche apretamos con fuerza nuestros dientes y muelas, o bien rechinan, tensionando los músculos de la zona y provocando un intenso dolor desde por la mañana al levantarnos, o incluso capaz de despertarnos y no dejarnos dormir.
El estrés tanto laboral como emocional por cuestiones personales, no son los mejores aliados del bruxismo, por lo que es fundamental relajarnos con clases de yoga, meditación o mindfulness, y si tenemos algo de tiempo, dedicar unos minutos a hacer gimnasia facial, lo que ayudará a destensar músculos.
Otras recomendaciones cuando tenemos dolor mandibular por bruxismo hacen referencia a la alimentación, evitando sólidos que requieran de mucha masticación, y la aplicación de calor en la zona tensionada.
Por otro lado, muchas personas recurren a la toxina botulínica (botox), pero realmente no soluciona el problema, simplemente calma y hace que la fuerza al apretar o rechinar, sea menor. También se suele tratar con cirugía maxilofacial en casos de complicación, o con fisioterapia.
¿Qué debemos evitar si padecemos bruxismo?
- Siempre antes de dormir, no tomar café, té, alcohol o cualquier otro excitante, tampoco cenar demasiado, lo que además dificultaría el sueño.
- Mantener la habitación fresca, que haya exceso de calor también hará más difícil el sueño y que podamos descansar correctamente.
