El reciente cambio de gobierno en el Ayuntamiento de la capital española, con el popular José Luis Martínez-Almeida a la cabeza, hace peligrar la medida estrella de la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, el por todos conocido «Madrid Central».
El proyecto de Madrid Central entró en vigor con el objetivo dar respuesta a los altos índices de contaminación del aire y evitar la consecuente sanción millonaria a España por parte de la Unión Europea.
Y es que desde el 1 de julio el nuevo gobierno local ha propuesto revocar la normativa existente en vistas de establecer una nueva política antihumos. Todo ello ha suscitado un intenso debate y despertado inquietudes entre los madrileños, así como entre los grupos ecologistas.
Los datos más significativos de Madrid Central
¿Se puede conducir por todo Madrid desde el 1 de julio sin problema? ¿Los coches diésel también? ¿Hay que pagar las multas actuales? ¿Qué medidas se van a tomar para mantener los índices de polución bajos?
Madrid Central ha logrado reducir el nivel de emisiones de CO2: en mayo este índice ha sido un 44% menor que el mismo periodo de 2018, según el informe de Ecologistas en Acción.
El tráfico en la Gran Vía se ha reducido un 24% desde la renovación de este eje desde la entrada en vigor de Madrid central el 30 de noviembre de 2018.
Para aclarar todas las incógnitas, te contamos 5 claves sobre la normativa de Madrid Central.
El objetivo de Madrid Central: un semestre con menos humos
Como ya hemos comentado, Madrid Central tiene como objetivo reducir el tráfico en el centro de la capital, convirtiéndolo en una zona en la que solo pueden circular residentes, ambulancias, servicio público y vehículos cero emisiones.
Con ello se busca reducir los altos índices de contaminación y evitar la sanción de la Comisión Europea que estaba fijada en torno a los 2.700 euros diarios. Por otro lado, y aunque Madrid Central es una iniciativa pionera en España, sigue la tendencia marcada por otras grandes ciudades europeas como Oslo, Londres o Milán, que llevan varios años recogiendo resultados positivos tras la aplicación de medidas antipolución.
Según datos del último informe de Ecologistas en Acción, el nivel de emisiones de CO2 en mayo fue un 44% menor que el mismo periodo de 2018. Y aunque hay discrepancias en torno al porcentaje de mejora de la calidad de aire, lo cierto es que existe un problema de polución sobre el que hay que tomar medidas.
No se elimina, se “suspende”
Actualmente no existe una normativa que vaya a revocar Madrid Central. El propósito del nuevo gobierno local es paralizar la normativa vigente para hacer un replanteamiento del actual plan anticontaminación. Además, este parón pretende suspender las multas mediante una moratoria que se haría efectiva el día 1 de julio y que se prologaría hasta septiembre como mínimo.
Al mismo tiempo, cualquier vehículo podría circular por Gran Vía, así como por los ejes estructurales del distrito centro y cuyo tráfico se había visto reducido en un 24%.
También se han apagado los semáforos de acceso a la capital que se fijaron en la A5, uno de los accesos con mayor tráfico y problemas de circulación diarios de la capital.
¿Qué se necesita para eliminar Madrid Central?
Muchos han sido los intentos para suprimir Madrid Central. Primero fue un recurso presentado por Automovilistas Europeos Asociados y más tarde por la Comunidad de Madrid. Ambos fueron rechazados. Y es poner fin a Madrid Central requiere a nivel legal la obtención de mayoría absoluta del pleno municipal, por lo que revocarlo no va a ser una tarea fácil.
Desde el nuevo gobierno local han explicado su propuesta cuyo objetivo es “ofrecer medidas alternativas de movilidad a los madrileños, sin restricciones ni prohibiciones”, afirmaba Martínez-Almeida.
Para establecer el plan, los populares se reunirán con los habitantes de las zonas delimitadas por Madrid Central, para recoger su feedback, y definir así los ejes estructurales en los que se empezará a permitir de nuevo la circulación.
¿Qué cambia en cuanto a los distintivos medioambientales?
La reducción de la contaminación es una meta global de los países europeos desde la entrada en vigor de la normativa Euro 6 en el año 2014. Tanto a nivel comunitario, como desde el gobierno central de España, se están tomando medidas para la reducción de los carburantes y que por lo tanto afectan tanto a los vehículos diésel como a los gasolina.
Los distintivos medioambientales propuestos por la DGT (ECO, Cero, C y A) los seguiremos usando. Por ahora, los vehículos de gasolina anteriores al año 2000 y los diésel anteriores al 2006 seguirán siendo examinados.
Las medidas de tráfico y anticontaminación que están realizando en otros países
Otras capitales europeas han tomado medidas para hacer frente a las sustancias nocivas derivadas del tráfico. Por ejemplo, Londres desde 2008 tiene establecidas dos zonas urbanas restringidas a los coches: donde los conductores deben pagar un peaje de hasta 14 euros cada día que quieran acceder con coches contaminantes. Asimismo, cuentan con una tarifa de congestión de 13 euros para todos los conductores durante los días laborables y en horario de 07.00h hasta las 18.00h.
Otro ejemplo es París, ciudad que cuenta desde hace tiempo con el sistema de distintivos en los coches para identificar el nivel de emisiones, que van del 1 al 5. Aquellos con categoría 5 tienen prohibido el acceso a la ciudad de 08.00h a 20.00h durante de lunes a viernes. Y el gobierno prevé ampliar esta restricción a vehículos del tipo 4 también.